LAUDES 1 de julio de 2015, miércoles de la semana XIII del Tiempo Ordinario.

Monición

Para poder vislumbrar la salvación que en estos días se nos ofrece como novedad, necesitamos curar nuestras posibles cegueras. Necesitamos que el Señor cure nuestros ojos y que nos suceda conforma a nuestra Fe. Y hemos de ponernos en camino, seguir a Jesús aunque a veces no lo entendamos, pedir un aumento de Fe –según la necesidad que tengamos cada cual-.
Ten compasión de nosotras y “auméntanos la Fe”. Somos débiles, pero estamos deseosas de estar con Él, de vivir en medio de nuestros ambientes como quien tiene mucho que aprender, mucho que dar y recibir. Porque…
            
          Es urgente encender nuevas antorchas,
descubrir nuevos horizontes.

Es urgente romper el silencio,
abrir sendas al viento y, paso a paso,
habitar otras noches pobladas de luciérnagas.

Es urgente partir sin miedo,
sin miedo y sin demora
hacia donde nacen los sueños.

Es urgente buscar artes nuevas
donde esculpir la vida.

(Armando Artur)



HIMNO

SALMO 35

Empezamos hoy nuestra jornada escuchando un salmo sapiencial que puede ayudarnos a orientar, desde los primeros momentos del día, nuestra conducta. El salmo presenta ante nuestros ojos un doble cuadro: la conducta del malvado arrogante y la actitud del hombre humilde que se acoge a la sombra de las alas de Dios.
Cada uno de nosotros puede ser, durante esta jornada, el malvado que, viviendo al margen del Señor, dice con su orgullosa suficiencia: No tengo miedo a Dios, ni en su presencia.
Pero también podemos formar parte del grupo de los humanos que se acogen a la sombra de las alas de Dios y se nutren de lo sabroso de su casa. Que este salmo ayude nuestra determinación: Señor, en ti está la fuente viva y tu luz nos hace ver la luz, durante el día que ahora empezamos. Tu luz, que es tu propio Hijo, luz del mundo, nos hace ver la luz, pues quien a él sigue no anda en tinieblas.

SALMO 35: Depravación del malvado y bondad de Dios

Antífona 1: Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.


El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
"No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia".
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.

Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.

Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes;
tu justicia hasta las altas cordilleras,
tus sentencias son como el océano inmenso

Tú socorres a hombres y animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!,
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;

se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente viva,
y tu luz nos hace ver la luz.

Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.


Han fracasado los malhechores;
derribados, no se pueden levantar.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1: Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.

SALMO 46

Testigos de la presencia transformadora del Reino: «Venga a nosotros tu Reino» es la súplica ininterrumpida de todas las comunidades religiosas, de aquellos que somos pobres, vírgenes, obedientes porque percibimos el dinamismo de la presencia anticipada y germinal del Reino y para que este Reinado de Dios sea efectivamente instaurado sobre todo en los pobres de espíritu.
Impacientes por la instauración del Reino invitamos a todos los pueblos a aplaudir festivamente al Señor, Emperador de toda la tierra. Todos los hombres han sido elegidos para formar parte de la nueva humanidad y compartir la promesa y bendición hecha a Abraham.
Testigos de esta presencia transformadora, intentemos contagiar una experiencia capaz de cambiar de signo el derrotismo, la desesperanza y la angustia vital de nuestros hermanos.

SALMO 46: El Señor es rey de todas las cosas
Antífona 3: Aclamad a Dios con gritos de júbilo.


Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.

El nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
El nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.

Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.

Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abrahán;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y El es excelso.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: Aclamad a Dios con gritos de júbilo.

CÁNTICO DE JUDIT



La cruz no es signo de aplastamiento: Nuestra comunidad orante puede personificar a todo el Pueblo de Dios como Judit. Nuestra reunión comunitaria simboliza la unión de los hermanos dispersos por el mundo e invita a todos los creyentes a cantar la victoria de Dios, porque hemos recibido la gracia de poder percibirla en medio de sistemas y estructuras que aparentemente la contradicen y niegan. Dios ha vencido al mundo en Cristo. La cruz no es signo de aplastamiento. Es la paradójica señal de la victoria del Resucitado. En la cruz se ha puesto fin a la guerra y se ha demostrado en la debilidad el fantástico poder de Dios.
Marcada por la cruz de Cristo, nuestra fraternidad sigue proclamando obstinadamente el glorioso mensaje de la resurrección. Con una fe ilimitada confesamos lo que nadie se atrevería a confesar: que nada puede resistir a la voz del Señor, ni nosotros, ni los hombres apartados aparentemente de su onda expansiva, ni las fuerzas adversas del mal.
Es difícil ser testigo contra las apariencias. Pero nuestra comunidad, como una nueva Judit, ha de confiar en la ya iniciada instauración del mundo nuevo, de la resurrección victoriosa, que se nos anticipa ya en el Espíritu

CÁNTICO: Dios, creador del mundo y protector de su pueblo

Antífona 2: Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.


¡Alabad al Señor con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.

Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.

Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.

Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tus presencias se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.

LECTURA BREVE


CÁNTICO DE ZACARÍAS



CÁNTICO DE ZACARÍAS

Antífona Benedictus: Ten misericordia de nosotros, Señor, y recuerda tu santa alianza.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que libres de temor,
arrancados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamaran Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas,
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona Benedictus: Ten misericordia de nosotros, Señor, y recuerda tu santa alianza.


FIESTA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

REZANDO VOY

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.17-18)


HE MANTENIDO LA FE


EL SEÑOR ME PREMIARÁ


ME LIBRÓ DE LA BOCA DEL LEÓN


ME SALVARÁ...


SALMO 33

REFLEXIÓN- DOMINGO 13º DEL TIEMPO ORDINARIO. B. 28 de junio de 2015

LA FE Y LA VIDA
“Dios no hizo la muerte ni se recrea  en la destrucción de los vivientes”. Así lo proclama el texto del libro de la Sabiduría que hoy se lee en la celebración de la eucaristía “Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella” (Sab 1,13-15; 2,23-25). 
Es verdad que la cultura griega del momento aceptaba solamente una cierta inmortalidad del espíritu humano, pero no podía llegar a creer en la resurrección de los muertos. Bien clara quedó esa resistencia en la actitud displicente con la que los sabios atenienses recibieron el discurso que San Pablo les dirigió en el Areópago.
El texto bíblico no pretende enzarzarse en esas discusiones. Al autor sólo le interesa subrayar la fe en el Dios creador de la vida. El hombre ha sido creado a imagen de Dios. Pero la justicia de Dios, es decir, su santidad y su misericordia son eternas. Luego también el hombre está llamado a sobrevivir más allá de la frontera de la muerte
 
LAS SEMEJANZAS

Acompañada de la enfermedad y el dolor, la muerte aparece también en el evangelio de hoy (Mc 5,21-43). Es un relato muy rico en el que las semejanzas se entrecruzan con los contrastes. Por muy interesantes que sean los detalles de esta doble escena, todos apuntan a Jesús. En Él se manifiestan el poder y la misericordia de Dios.
• En el texto se evocan de modo muy llamativo dos realidades tan humanas como son la enfermedad y la muerte. Ambas aparecen aquí reflejadas en la peripecia de dos mujeres. Una lleva doce años enferma de hemorragias. Y doce años tenía también la hija de Jairo al caer en brazos de la muerte. 
• En las dos situaciones se subraya el poder de la oración. Por la niña intercede su padre con una súplica expresada en palabras. La mujer enferma ruega por sí misma, desde el silencio de su soledad. En casa de Jairo, la algarabía deja paso al silencio. La mujer enferma es arrancada del silencio para hacer pública su sanación. Su silencio reclama la Palabra que es Jesús.

EL TACTO Y LA FE

El relato evangélico subraya además la importancia del tacto físico, es decir de la cercanía del ser humano a la humanidad de Cristo. Pero al mismo tiempo nos advierte del riesgo de caer en la magia. El tacto y la palabra son nada y menos que nada sin la fe. 
• En los dos casos, se subraya la importancia de  los sentidos. Jesús “notó” que alguien le había tocado y que de él había salido un poder. También la mujer enferma “notó” que había sido curada. Por otra parte. Jesús “tomó de la mano” a la niña muerta. Evidentemente, la divinidad de Cristo no supone la negación de su humanidad.
• Pero en los dos casos adquiere una importancia definitiva la fe. Creer en Jesús es confiar en la bondad y la misericordia de Dios, que se hacen manifiestas en las palabras y en los gestos de su Hijo. Jesús dice a la mujer que su fe la ha salvado. A Jairo Jesús le dirige una exhortación a la confianza: “No temas; basta que tengas fe”. 
- Señor Jesús, tú conoces nuestra debilidad y la fragilidad de todas las personas atormentadas por la enfermedad y por el miedo a la muerte. Te reconocemos como nuestro Salvador. Que nuestra fe nos acerque a ti. Y que también nosotros nos dejemos tocar por el dolor de todos los que sufren, para que podamos hacer visible tu misericordia. Amén.
                                                                    José-Román Flecha Andrés


DOMINGO 13º DEL TIEMPO ORDINARIO B

QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE...

LOS FRUTOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

En el Nuevo Testamento la terminología de los “frutos” tiene un significado inmediatamente espiritual: “Dad frutos de penitencia”, pide el Bautista a los que acuden a escucharle (Mt 3,8; Lc 3,8). En el evangelio de Mateo la palabra “fruto” alcanza una gran importancia (cf. 7, 16-20; 12,33; 21,43).  El anuncio del Bautista nos introduce en la dinámica del juicio de Dios que ya comienza a realizarse en la historia.
También Jesús exhorta  a sus discípulos a descubrir a los falsos profetas. El criterio de discernimiento son sus obras. En ellas se revela la verdad última de la persona y su fidelidad a la misión que le ha sido confiada.

1. Los evangelios sinópticos

La comunidad cristiana ha de apelar a la metáfora del árbol y sus frutos para  discernir la sinceridad de los profetas. Para ello ha de prestar atención a sus frutos, es decir a sus obras. Ése es el criterio que ofrece Jesús: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis  (Mt 7, 16-20). En las parábolas de la sementera se afirma que el Padre celestial siembra en el terreno una semilla de vida que produce frutos diferentes (Mt 13,8-23; Mc 4,8).
El evangelio de Marcos ofrece en exclusiva la breve parábola de la semilla que crece por sí sola. Con independencia de la preocupación ulterior del labrador que la ha sembrado, “la tierra da el fruto por sí misma: primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega”   (Mc 4,28-29).
En los tres evangelios sinópticos se encuentra el acto profético de la maldición de la higuera estéril por parte de Jesús: “Nunca jamás nazca fruto de ti” (Mt 21,19; Mc 11,14; Lc 13,6). En el texto de Mc 11,12-14 se añade una frase que parece un tanto casual: “y es que no era tiempo de higos”. Esta anotación tiene una clara referencia a la situación de Israel que ha perdido su oportunidad de producir frutos.

EL PAPA LLAMA A UNA CONVERSIÓN ECOLÓGICA MUNDIAL

                                                                                                                                           © Aleteia


El Papa Francisco ha publicado en su cuenta de twitter (@Pontifex) algunas de las frases de la nueva Encíclica titulada 'Laudato Sí' ('Alabado Seas') en la que llama a una conversión ecológica mundial y que ha sido oficialmente presentada este martes en el Vaticano. Entre las frases que el Pontífice ha tuiteado, se encuentran:
"La cultura del descarte de hoy obliga a un nuevo estilo de vida"
"Se ha de reconocer el valor propio de cada criatura"
"Debemos buscar otros modos de entender la economía y el progreso"
"Hay una íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta"
"Necesitamos un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta"
"Invito a todos a detenerse a pensar en los desafíos sobre el medio ambiente"

El reciente estudio 'Twiplomacy', realizado por la empresa de relaciones públicas y comunicación, Burson-Marsteller, reveló que el Papa Francisco, es la persona más influyente en la red social de Twitter, ya que es el segundo líder mundial con más seguidores, después de Obama, y el número uno en el promedio de retuits que reciben sus publicaciones.

"DEBERES" PARA EL VERANO

Los deberes que un profesor italiano les ha puesto a sus alumnos para el verano
·  Cesare Cata -un profesor de secundaria- sorprende a sus estudiantes con un listado de tareas muy poco convencional, pero muy humano
                                     Las alumnas de este profesor tendrán unos particulares deberes este año. / E.C.
El curso escolar toca a su fin y junio es el mes en que alumnos y profesores se despiden hasta el nuevo curso. Algunos profesores no volverán o serán olvidados y otros, como Cesare Cata, dejarán huella en sus alumnos.
En Keating y en su particular manera de enseñar a sus alumnos, fomentando la participación y la creatividad, Cesare Cata -profesor de secundaria del Instituto de Ciencias Humanas 'Don Bosco' en Le Marche (Italia)- parece haberse inspirado para elaborar un listado de 'deberes' muy poco convencional para las vacaciones que sus alumnos tendrán que hacer este verano.
En el listado, que fue publicado en su página de Facebook personal, no aparecen ecuaciones matemáticas, integrales, análisis sintácticos ni nada por el estilo. Los 15 ítems que conforman la alternativa de deberes de Cata hablan de la vida y de cómo saber aprovecharla.
Estas son las 15 recomendaciones para este verano :
1. Por la mañana, cuando vayas caminando por la playa fíjate en el reflejo del sol en el agua, piensa en lo que más te guste en la vida y siéntete feliz.
2. Intenta usar todos los nuevos términos aprendidos este año: cuantas más cosas digas, más cosas puedas imaginar y más cosas puedas pensar, más libre te sentirás.
3. Lee todo lo que puedas. Pero no porque tienes que hacerlo. Lee porque el verano inspira sueños y aventuras y leyendo te sentirás como las golondrinas al vuelo. Lee porque es la mejor forma de rebelión que tienes. (Si queréis una lectura sugerida, preguntadme).
4. Evita todas las cosas, situaciones y personas que te influyan negativamente: Busca las situaciones y la buena compañía de los amigos que te enriquezcan, que te entiendan y que te aprecien por lo que eres.
5. Si te sientes triste o asustado, no te preocupes: el verano, como todas las cosas maravillosas, nos puede dar algún que otro problema. Intenta escribir un diario donde plasmes tus sentimientos (en septiembre, si te apetece, lo leemos juntos).
6. Baila. Quítate la vergüenza. En la pista de baile o en tu habitación. El verano es un festival y sería absurdo no formar parte de él.
7. Al menos una vez en tu vida tienes que ver el amanecer de un nuevo día. Permanece en silencio y respira. Cierra los ojos y siéntete agradecido.
8. Haz un montón de deporte.
9. Si encuentras a una persona que te gusta mucho, díselo con total sinceridad. No importa si él/ella termina por no entenderte. Si no lo hace es que él/ella no iba a formar parte de tu destino. De lo contrario, el verano 2015 será la gran oportunidad para caminar juntos. (Si esto sale mal, vuelve al paso 8).
10. Recuerda los apuntes de nuestras clases.
11. Sé alegre como el sol e indomable como el mar.
12. No digas palabras mal sonantes y sé siempre educado y amable.
13. Si vas a ver películas, hazlo en versión original para mejorar tus habilidades lingüísticas y tu capacidad de soñar. No dejes que la película acabe con los créditos; re-vívela mientras dure el verano.
14. Durante el día o en la noche, sueña en cómo puede y debe ser tu vida. Mientras dure el verano, reúne toda la fuerza que necesites para no renunciar a eso que quieres y haz todo lo posible para perseguir ese sueño.
15. Sé bueno.

CHEQUEO MÉDICO DE MARTÍN FIERRO

Tercera parte del ... del Viejo Vizcacha

Si sos un tipo feliz
sin temores y sin miedos
no se te ocurra jamás
dejarte hacer un chequeo,
porque te vas a enterar,
sin siquiera suponerlo,
que estás en las diez de últimas
aunque te cueste creerlo.

Seguro van a decirte
que te sobran triglicéridos
lo mismo que fosfolípidos,
sin colesterol del bueno,
y que por los ateromas;
que ellos te van produciendo
 ya tenés la cañería
 tapada de medio a medio:
que eso preanuncia un infarto,
que todo es cuestión de tiempo...

 También te puede ocurrir
 que te encuentren un bloqueo,
 una elongación de aorta
que no augura nada bueno;
taquicardia sinusal
que habrá que parar a tiempo,
o una isquemia de cuidado
en el ventrículo izquierdo.

Son enormes las variantes
del informe del chequeo,
todo es cuestión del color
del cristal de tu galeno:
inflamación en el colon,
irritación en el recto,
que el intestino delgado
no absorbe los alimentos;
exceso de fosfatasas
o carencia de anticuerpos;

Que puedas tener mareos
por culpa del oído medio,
enfisema pulmonar,
úlcera en el duodeno,
insuficiencia renal,
cálculos en el colédoco;
y hasta te pueden decir
aunque no entiendas ni medio,
que "hay una falla en el ácido
desoxi-rribonucleico".

Y aunque te sientas fenómeno
 y así le insistas al médico,
 lo tenés que aceptar todo
 porque lo dice el chequeo.

 Lo que más te va a asombrar
-aunque en esto seas un lego-
es la gran similitud
de todos los tratamientos
excluyendo, por supuesto,
el tema medicamentos:
siempre una dieta hiposódica,
andar kilómetro y medio
y nada de carnes rojas
ni embutidos ¡y ni quesos!;
sí pescado -bien hervido-,
y pollo, pero sin cuero...

Tendrásque decirle adiós
 a tus grandes compañeros:
 el whisky y el cigarrillo,
 y hasta al cafecito negro.
 si a vos, que antes del chequeo,
 casi te creías Tarzán,
 poco menos que un pendejo,
te digan "que estás pa'l jonca
si no lo tomás en serio"...

 Por eso querido amigo
a aconsejarte me atrevo:
si sos un tipo feliz,
sin temores y sin miedos,
¡no se te ocurra jamás,
DEJARTE HACER UN CHEQUEO!


LA VOZ DE LOS SABIOS


EL PAPA FRANCISCO PIDE HABLAR MENOS Y ESCUCHAR MÁS

Pide pasar del binomio "hablar-hacer" al "escuchar, hacer, poner en práctica"
La gente sabe cuándo un pastor tiene esa coherencia que le da autoridad: es una de las ideas de la homilía que el Papa Francisco pronunció este jueves 25 de junio en la Casa Santa Marta, una homilía centrada en la distinción entre los verdaderos predicadores del Evangelio y los “pseudoprofetas”.

Partiendo del fragmento del Evangelio que señala que el pueblo seguía admirando a Jesús porque Él enseñaba como uno que tiene autoridad y no como los escribas, el Papa indicó que la gente percibe, sabe, “cuándo un sacerdote, un obispo, un catequista, un cristiano tiene esa coherencia que le da autoridad”.
Jesús -dijo Francisco- “advierte a sus discípulos” que se guarden “de los falsos profetas” y después explica cómo discernir “dónde están los verdaderos profetas y dónde están los “pseudoprofetas”, “dónde están los verdaderos predicadores del Evangelio y dónde están los que predican un Evangelio que no es Evangelio”.
Hablar, hacer, escuchar

Hay tres palabras clave para entender esto, retomó el Papa: “Hablar, hacer, escuchar”. Antes que nada, advirtió, recordando la advertencia de Jesús, que “no todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el Reino de los Cielos”.

COMPARTIR - REPARTIR Y...PARTIR -con humor-

Un juez le obliga a darle la mitad de sus bienes a su ex mujer...
 y se lo toma al pie de la letra

CADA DÍA SU AFÁN

      EL MENSAJE Y LA SORDERA

Como sabemos, el papa Francisco ha estado impartiendo en las audiencias de los miércoles unas catequesis sobre la familia. Se parecen a las homilías de un párroco cualquiera. Hay muchas personas que han quedado maravilladas ante la catequesis  sobre la creación de la mujer y sus consecuencias para la convivencia familiar y el trato entre los sexos. 
Con todo, ante esa hermosa reflexión hay quien me pregunta algo como esto: “Si este texto es tan antiguo, ¿cómo es que la Iglesia ha permitido durante mucho tiempo esta diferencia tan abismal entre los hombres y las mujeres, o mejor dicho, como ha permitido tanto machismo en este mundo?”
Dejando a un lado las exhortaciones a los esposos que encontramos en la carta a los Efesios, es fácil recordar cómo San Ambrosio de Milán comentaba la creación de la mujer   en su obra “Los seis días de la creación”: “Cuando tu esposa llega tan atenta junto a ti, deja a un lado tus arrogantes sentimientos, tus groseros modales. Cuando tu mujer te exhorta  con ternura a la bondad, pon aparte la cólera. No eres un amo, sino un marido, no has tomado una esclava, sino una esposa. Dios ha querido que tú fueras el guía, no el déspota de un sexo inferior. Corresponde a sus atenciones, agradécele su afabilidad”.
Los que éramos monaguillos en nuestra parroquia antes del Concilio Vaticano II recordamos aquel tono solemne con el que nuestro Ritual Toledano se dirigía al marido en la celebración del matrimonio, para advertirle de su responsabilidad conyugal: “Fulano, esposa os damos y no sierva: amadla como Cristo amó a su Iglesia”.
Pero ya sabemos que es fácil acusar a la Iglesia. Eso le confiere a uno frente a sus amistades una especie de certificado de espíritu libre.  Es más fácil criticarla que corregir nuestras costumbres.
• Desde que salió del Cenáculo, la Iglesia nos invita a todos a vivir la caridad y el amor, pero todos nos hemos envuelto en un manto de egoísmo.
• Desde los tiempos de los apóstoles la Iglesia ha proclamado la igual dignidad de los hombres y mujeres, pero no terminan la esclavitud y el machismo. 
• Desde el primer paso de su peregrinación, la Iglesia predica la comprensión y el perdón, pero los rencores nos envenenan.
• Desde hace dos milenios, la Iglesia nos exhorta a todos a vivir de la fe, pero muchos de nosotros vivimos como si Dios no existiera.
• Desde hace siglos la Iglesia habla constantemente de los deberes de justicia, pero el mundo está lleno de corrupción.
• Desde siempre, la Iglesia propone el ideal de la fidelidad conyugal, pero nunca han faltado traiciones y adulterios.
• Desde el día de Pentecostés la Iglesia nos ha invitado a convertirnos de nuestros pecados, pero todos hemos aprendido a hacernos los sordos ante su mensaje.
No tenemos por qué extrañarnos. ¡Es tan fácil y ventajoso arrojar sobre la Iglesia las culpas por todos los desaguisados que hemos cometido y cometeremos!
                                                           José-Román Flecha Andrés

MUÉVETE EN MI

LA IMPORTANCIA DE HACERSE PEQUEÑO

Tengo miedo y desconfío, quisiera aprender a descansar en las manos de Dios
                                                                                                                    P. Carlos Padilla
Es curioso, siempre utilizamos la imagen del gorrión y la colocamos en las manos del Padre. Un gorrión que busca morada en los atrios de la casa de Dios: “Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo. Hasta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un nido”.
Esa imagen del salmo 83 nos da alegría. Una imagen idílica, bella. Un gorrión sin miedo, cobijado, seguro en la casa de Dios. Como mi corazón que anhela ese descanso. Una imagen poco común.
El gorrión vive normalmente con miedo. Desconfía de las manos de los hombres. Huye del ruido y de los peligros. Por eso intenta volar más alto, para evitar a los hombres.
Una persona rezaba: “Quiero amanecer despacio. Quiero sufrir y gritar fuerte. Quiero alegrarme y sufrir, todo ello en un instante. Verlo todo negro y luego verlo todo lleno de luz. Con tus ojos, con los míos. Quiero escribir mi nombre en los árboles del camino. Para nunca andar perdido. Para caminar muy quedo. Quiero vestirme de día, de esperanza, de alegría. Quiero escuchar en la noche el canto de tu esperanza. Descifrar en la tiniebla tu mano sobre la mía”.
Muchos siguen perdidos. No ven la luz. Parece que no se salvan. Es cierto que cuando estamos más desesperados es cuando alzamos la mirada a lo alto. Suplicamos ayuda. Y vemos un rayo último de esperanza.
Muchas veces no pido ayuda. Muchas veces no ayudo a otros a encontrar la salida. O no me piden ayuda. Y al caer la noche veo una luz, una esperanza y salgo. Desaparece el miedo. Brillan las estrellas.
Quisiera aprender a descansar en las manos de Dios. Sin miedo. Sin querer controlarlo todo. En sus atrios. Como un niño. Con paz. Un gorrión en la casa de Dios.
Estoy tan lejos de vivir con esa confianza. Tengo miedo y desconfío. Y no busco la ayuda de los hombres. Porque me cuesta reconocer mi debilidad, mi necesidad, mis heridas. 
Aprender a confiar en las manos de Dios. Sin pensar que va a desaparecer de nuevo. Sin creer que mi vida no le importa. Simplemente dormir a su lado, en su regazo, como los niños. Así quisiera confiar siempre.
A veces tendemos a hacernos como Dios en lugar de descansar en Dios, haciéndonos pequeños. No aceptamos los límites que la naturaleza nos impone. Nos cuestan las correcciones de los demás. Juzgamos al que nos juzga.
Porque nos molesta equivocarnos y ser imperfectos. No queremos caer. No queremos que el mundo nos condene. Nos importa mucho lo que los demás piensan, cómo nos ven.
Por eso tantas veces nos escondemos detrás de una imagen, nos protegemos. Tememos el fracaso y la pérdida de nuestra fama. Cuando nos juzgan, cuando nos condenan, lo vemos todo negativo.
Y nos puede pasar lo que leía el otro día: “Me pongo en plan víctima y me quejo a los demás, focalizo mi atención en lo malo, en lo que no sale, en lo que me fastidia. Veo amenazas, me quedo quieto y espero que alguien venga a salvarme, me empobrezco, me voy apagando, transmito pesimismo”[1].
Nos dejamos llevar por nuestros sentimientos y desconfiamos. De Dios y de nosotros. Nos cuesta entonces creer en el poder de Dios, en su cuidado y protección. No queremos ser frágiles y débiles. No queremos ser como un gorrión en las manos de Dios.
Decía el Papa Francisco: “Hay que hacerse pequeño para experimentar las caricias de Dios Papá en el corazón de Jesús. Las heridas del pasado deben ser puestas en el corazón de Jesús para que Él las sane”.